Un mueble que apoya las tareas cotidianas
Gracias a las puertas correderas, los niños pueden abrir y cerrar el mueble por sí mismos, lo que les da una sensación de control y responsabilidad sobre su espacio. El interior tiene un diseño sencillo y funcional – ideal para que los más pequeños decidan dónde guardar sus cosas. Juguetes, juegos, ropa o accesorios: todo tiene su lugar.
Esta pieza también funciona perfectamente como base para otros elementos de la colección. Basta con colocar un armario encima para crear una combinación nueva y personalizada. Este tipo de configuración no solo luce genial, sino que también crece con el niño y se adapta a sus necesidades cambiantes.

































































































