¿Por qué una torre de aprendizaje es una gran elección?
Una torre de aprendizaje es mucho más que un mueble práctico: es un espacio para la actividad compartida y el desarrollo. Con su ayuda, los niños pueden participar activamente en las tareas cotidianas: desde lavar fruta y verter harina hasta descubrir nuevos sabores. Es una forma maravillosa de fomentar la independencia, desarrollar la motricidad fina y aprender a través de experiencias reales. Cocinar juntos fortalece el vínculo, y los niños que participan en la preparación de las comidas suelen estar más dispuestos a probar nuevos alimentos.













































































